Macarons vs Bombones Nuage: ¿en qué se diferencian?
Si en algún momento has visto macarons y nuages juntos en una misma vitrina, como pueden ser las de nuestras tiendas, puede que hayas pensado que son lo mismo, pero hechos de una forma un poco diferente y ya. Pero para nada, porque aunque ambos dulces están deliciosos, cada uno tiene sus propias diferencias.
¿Cuál es el origen de los macarons y los bombones nuages?
Los macarons llevan siglos en las mesas de nuestras casas. Aunque muchos los asocian con Francia, en realidad el origen de los macarons tiene raíces italianas. Cuentan que fueron los cocineros de Catalina de Médici quienes los llevaron a la corte francesa allá por el siglo XVI. Con el paso del tiempo, se mejoraron hasta convertirse en esas pequeñas joyas de almendra con rellenos cremosos que conocemos a día de hoy.
En cambio, los bombones nuages, son menos conocidos, pero no por eso menos especiales. Su nombre, que significa “nubes” en francés, ya nos da una pista de lo que nos espera: una textura ligera, suave y casi etérea, muy diferente a la de los macarons.
Textura y proceso de elaboración
Si hablamos de textura, hay una gran diferencia. Los macarons tienen una superficie lisa y crujiente, pero al morderlos descubres un interior más jugoso y tierno, gracias a la mezcla que hay de almendra molida, claras de huevo y azúcar glas.
Su preparación es delicada y requiere cierta precisión, sobre todo en el famoso “macaronage”, ese punto exacto en el que la masa consigue una textura perfecta para hornearse sin agrietarse.
Por otro lado, los bombones nuages son completamente diferentes. Son puro aire, hechos a base de merengue, lo que les da una textura esponjosa que se deshace en la boca. No tienen esa cáscara crujiente ni el corazón jugoso de los macarons, pero en su ligereza está su encanto. Son dulces más sutiles, más etéreos.
Sabores y rellenos de los bombones nuages y los macarons
Aquí los macarons destacan por su creatividad. Al llevar un relleno en su interior, se pueden jugar con mil combinaciones de sabores. Los que más éxito tienen son los de base de polvo de almendra de chocolate, fresa o mango.
Sin embargo, los bombones nuages, no necesitan relleno. Su atractivo está en la propia textura del bombón y en su sabor ligero, que suelen realzarse con un toque a chocolate-menta, limón, violeta o fresa, sabores ideales para quienes buscan algo dulce pero sin ser demasiado pesado.
Macarons o bombón nuage, ¿cuál elegir?
Depende de lo que te apetezca en el momento. Si te gustan los dulces con carácter, con contraste entre crujiente y cremoso, los macarons son para ti. Si prefieres algo más ligero, casi etéreo, los nuages te van a enamorar. Lo mejor, como siempre, es probar ambos y decidir cuál se gana tu corazón.
En La Mallorquina nos encanta jugar con la tradición y la innovación en la pastelería, así que si quieres descubrir estos dulces en su mejor versión, te esperamos. Porque nada como un buen dulce para alegrar el día.
